Mi pequeño barco se ha quedado estancado en este inmenso mar de momentos. Miro hacia un lado y otro, los recuerdos se deslizan por mi mente. Recuerdo algunos de ellos cómo si me hubieran ocurrido ayer.
El primer regalo de navidad.
La primera pesadilla que me hizo darme cuenta de que no todos los sueños son bonitos.
Los nervios ante mi primera actuación.
El arrepentimiento al mentir a un amigo.
El primer sobresaliente en inglés.
Los abrazos de mi hermano.
La pérdida de un ser querido.
Las lágrimas ahogadas en el fondo de mi almohada.
De repente se escucha el pequeño tintineo de una campanilla y me despierto. ¿Ha sido todo un sueño? Desearía no queres levantarme de la cama, encerrarme en mi habitación para siempre y recordar cada uno de ellos con una sonrisa en la cara.
Pero una vez una persona que perdí me dió un gran consejo: No te encierres en lo vivido y piensa en todo lo bueno que aún no ha llegado.
Quizás ésta sea la última vez que mi barco se quede estancado, quien sabe.
1 comentarios:
Hombre, ten en cuenta que todavía no nos hemos visto en persona, muchísimos buenos momentos están por llegar :D
Pero de vez en cuando si que es bonito mirar hacia atrás, sobre todo si es con una taza de chocolate caliente y con la sonrisa de una buena amiga que también comparta los suyos...
Te adora, Caroline.
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