sábado, 24 de julio de 2010

Con tan poco tiempo.

Hace 30 minutos que me alejé corriendo de aquel lugar.
Hace 30 minutos que todo acabó.
Hace 30 minutos que me perdí en tus grandes y sinceros ojos azules.
Hace 30 minutos que las conversaciones sin palabras acabaron.
Hace 30 minutos que te dejé allí sentado.
Hace 30 minutos que me alejé con una fuerte presión en el pecho.
Hace 30 minutos que comencé a llorar y aún no he parado.

La verdad, media hora de nuestro tiempo puede hacer que nuestras vidas cambien por completo.

1 comentarios:

Caroline** dijo...

Por Dios, que verdad tan grande...

Me has emocionado Merianne

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