Tras el tiepo de descanso, el tiempo de manías olvidadas, de sueños rotos, de dulces melodías recordadas llega a mi memoria aquella nube de caramelo en la que solía balancearme mientras pensaba en que escribir.
Pero la nube voló lejos, quién sabe si a Nunca Jamás o si estará ayudando a otro aprendiz de escritor con problemas para hacer resonar simples palabras en su mente.
Entonces me siento, doy cuerda a mi pequeña caja de música y contemplo con pequeñas lágrimas en los ojos a la dulce bailarina del traje de terciopelo.
Navegando entre lágrima y lágrima varios recuerdos llegan a mi cabeza y decido plasmarlos pero no puedo porque se pueden plasmar pensamientos, tristezas, alegrías, sonrisas ... pero las sensaciones son... son sensaciones. Inexplicables momentos que no cualquier pluma podría escribir en un papel en blanco.
Entonces: ¿Qué puedo hacer para escribir sobre ello? Sinceramente no lo sé.
Mientras tanto construire una nueva nube, esta vez de algodon de azucar para poder balancearme sobre ella y poder decir con una gran sonrisa : Te encontré señora inspiración (:
1 comentarios:
Como haces para que sean tan magicos?
suplico un poco de tu nube para poder ser un poquito como tu !
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